jueves, 30 de agosto de 2012

Festejo del día del niño

El domingo 26 de agosto como parte de los festejos del día del niño, organizamos con mis compañeros del Instituto del Bicentenario, un día especial, lleno de juegos, actividades recreativas y sorpresas para que los más chicos disfruten.
La Estanzuela, ese barrio que parece una ciudad, fue el lugar elegido para que los niños tuvieran una tarde llena de alegría junto a sus padres y familia.
Los alumnos de las carreras de Profesorado de Educación Inicial (P.E.I.) y Educación Primaria (P.E.P.) con gran generosidad e ingenio estuvimos a cargo de la organización y puesta en escena de innumerables actividades para pasar un día especial.
Desde muy temprano empezamos con los preparativos: disfraces, globos, adornos, carteles, música y mucha creatividad fueron los condimentos para adornar y darle color a una tarde llena de magia y alegría en el hermoso polideportivo del barrio.
Mis compañeros con originales disfraces encarnaron a divertidos personajes que hicieron las delicias de los pequeños llenando de risas la tarde, compartiendo actividades en juegos de competencia y jugando con materiales muy elaborados y preparados con anticipación para el evento.
Para que nadie se quedara sin su regalo, no faltaron los premios y tampoco los sorteos. Se sirvió chocolate acompañado de alfajorcitos y también gaseosa y jugos para los sedientos que terminaban de participar en las competencias de recreación.
El clima acompañó favorablemente con un sol radiante lo que hizo más amena la jornada.
Ya finalizando y luego de vivirse un día muy festivo y familiar una banda de música integrada por jóvenes artistas locales, brindaron un espectáculo con canciones y acordes muy pegadizos despertando los dotes artísticos de los organizadores, quienes terminamos bailando y cantando.
Fue un día inolvidable para todos, lleno de alegría y emoción, en especial para nosotros, futuros docentes, que con gran esfuerzo y entrega logramos obtener el mayor premio de la tarde: la alegría y las risas de los niños, regalo que no tiene precio y que no cambiamos por nada.